Cómo el liderazgo transformó una crisis en la prisión de Yare
Problema:
Cuando asumí el cargo de director en Yare, la situación era crítica. La gestión anterior había destruido la moral del personal, lo que llevó a una pérdida total del régimen de seguridad. Las cifras eran alarmantes:
4 muertos por semana.
12 heridos cada semana.
26 fugados en solo 22 días.
El personal, desmotivado y temeroso, había dejado de cumplir sus funciones, lo que permitió que el caos tomara el control.
Solución:
La única manera de recuperar la seguridad era a través de un liderazgo firme, directo y presente. Apliqué estrategias que posteriormente darían origen a DUCIS: Liderazgo, Gerencia y Comando, basándome en principios fundamentales para restablecer el orden:
🔹 Presencia activa y liderazgo en el terreno: En lugar de quedarme en una oficina, recorrí la cárcel, acompañando a los funcionarios en las zonas más peligrosas. Esto les dio confianza y, al mismo tiempo, los obligó a retomar sus funciones. Si el director estaba allí, ellos no podían echarse atrás.
🔹 Restablecimiento de la disciplina y voluntad de trabajo: Aunque el personal estaba en una inferioridad numérica extrema—7 funcionarios para 1.800 reclusos—logramos recuperar la moral. Poco a poco, cada funcionario comprendió que su labor era crucial para salvar vidas, incluyendo las suyas propias.
🔹 Operaciones de inteligencia y control interno: Se estableció una red de informantes dentro de la prisión, lo que permitió saber exactamente dónde se escondían armas y drogas. Se realizaron incautaciones frecuentes, incluso de pequeñas cantidades, para demostrar control y debilitar la organización interna de los reclusos.
🔹 Atención a los reclusos: Se les dio respuesta a sus quejas y solicitudes legítimas, reduciendo la tensión interna y evitando motines.
Resultado:
📉 98% de reducción en homicidios dentro de la prisión.
📉 92% de reducción en heridos.
🚫 100% de reducción en fugas.
Mes tras mes, Yare pasó de ser una de las cárceles más peligrosas del país a liderar las estadísticas de seguridad e incautaciones, superando incluso a la suma de todas las demás cárceles del país juntas.
Conclusión:
El liderazgo no es un concepto abstracto, es acción. En situaciones de crisis, no basta con dar órdenes: hay que estar en el terreno, inspirar confianza y establecer una estrategia clara.
Si quieres conocer cómo aplicar estos principios de liderazgo en tu organización, escríbeme a info@marcelocrovato.com.
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